Cargas de profundidad

Funcionamiento

Las cargas de profundidad son armas navales usadas en la lucha antisubmarina. Estas armas aparecen como una necesidad (creada durante la 1ª Guerra Mundial) de un arma capaz de combatir a los submarinos en inmersión.

Básicamente una carga de profundidad, consiste en un cilindro relleno de una cantidad determinada de explosivo, que es activado mediante un detonador conectado a una placa hidrostática, en la cual lleva un muelle que es regulado antes del lanzamiento de la carga a la profundidad que se desea que explote.

Al llegar a la profundidad predeterminada la presión existente a dicha profundidad activa el dispositivo del detonador y se produce la explosión. Dicha explosión genera una serie de ondas y libera una gran cantidad de gases por la combustión del explosivo.

Las ondas se desplazan en todas direcciones y los gases se desplazan en forma de burbujas detrás de dichas ondas, el resultado es parecido a un enorme golpe con una serie de vibraciones, que abollan y destrozan el casco de cualquier submarino situado cerca del lugar de la explosión.

Lanzamiento de las cargas

Las cargas son lanzadas por diferentes medios. En la segunda guerra mundial los más usuales eran los lanzamientos por tolvas y por medio de morteros (ver lanzamientos de cargas por tolva y lanzamientos de cargas por morteros)


Lanzamiento de cargas de profundidad por tolva (Imagen ampliable)

Lanzamiento de cargas de profundidad por mortero (Imagen ampliable)

Efectos de las cargas

Además de los psicológicos en las tripulaciones atacadas, estaban los efectos mecánicos; en los dibujos 3 y 4 se pueden apreciar según el tamaño de las flechas. Las flechas con la marca 1 indican que las cargas que explotaban por encima del submarino eran menos efectivas y producían menos daños, limitándose en muchos casos solo a un violento movimiento sin otro efecto; las flechas con marca 2 indican que los daños son mayores, sobre todo cuando las cargas explotan a uno o a ambos costados, pudiendo ser letales en un radio entre 0 y 10 metros. Las explosiones a proa y a popa producen menos daños porque en proa y popa las estructuras del casco ofrecen más resistencia a la presión y oponen menos sección; la marca 3 nos indica que los daños son por lo general muy graves con el resultado de hundimiento en casi todas las circunstancias. En este caso la explosión se produce debajo del submarino y a la onda expansiva hay siempre que añadir las temibles burbujas de los gases de la explosión, cuya tendencia siempre es salir a la superficie por lo que empujan una gran masa de agua hacia arriba; por fin la marca 4 en la cual el resultado es un impacto directo y en este caso el hundimiento es efectivo e irremediable.

Como orientación para ver la acción de una carga de profundidad al explotar tenemos el dibujo 2

Mediavilla
imhotep12@msn.com
Mayo 2005

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