Motores y sistemas de inmersión y emersión de un submarino

Los motores

Los motores de un submarino son habitualmente cuatro -dos diesel y dos eléctricos- que mueven dos hélices.

En superficie el submarino usaba los motores diesel que le daban una mayor velocidad. En caso de zafarrancho de combate y dependiendo de la posibilidad de enfrentarse a buques de guerra, el submarino procedía a la inmersión. Para ello se cerraban los conductos de admisión y escape de los motores diesel y (hasta que apareció el Snorkell) se paraban, desconectándolos de los eléctricos y poniendo éstos últimos a funcionar.

La energía para el funcionamiento de los motores eléctricos, la proporcionaban un conjunto de baterías y debía ser muy bien administrada, procurando evitar que se agotase completamente, cosa que obligaría al submarino a subir a la superficie, ya que al pararse el submarino podía hundirse de un modo definitivo.

Una vez pasado el peligro y de vuelta a la superficie, se paraban los motores eléctricos, se abrían los conductos de aspiración y escape, se embragaban y arrancaban los motores diesel, y entonces los motores eléctricos actuaban como dínamos para recargar las baterías. También se aprovechaba esa ocasión para recargar botellas de aire comprimido y efectuar las reparaciones necesarias provocadas por los desperfectos ocasionados durante el ataque, que en su momento hubieran permitido ser demoradas.

Cuando llegó el Snorkell, los submarinos navegaban con motores diesel mientras las circunstancias permitían navegar a poca profundidad, pasando a usar los motores eléctricos cuando la inmersión debía ser más profunda, y el tubo del Snorkell no llegaba a la superficie.

El Snorkell permitió una mayor autonomía submarina y aunque fue un buen invento, llegó con demasiado retraso porque para entonces los aliados estaban plenamente centrados en nuevos métodos de lucha antisubmarina.

Sistemas de inmersión y emersión de un submarino

Mediavilla
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